Neste domingo inicia o tempo Comum na liturgia. Termina as grandes festas e somos convidados a sermos profetas e santos no comum de nossas vidas e de nossos gestos. Lembrando o Papa João II que gostava de dizer: “No ordinário viver o extraordinário”;
A Leitura de Isaías (Is 42, 1-4.6-) pode ser muito bem aprofundada e aqui deixo pequeno esquema:
QUEM É O SERVO = O Missionário de hoje ?
“EIS o meu SERVO” – O Servo é apresentado por Deus;
“EIS o meu ELEITO” – Um servidor que é escolhido por Deus e não por si mesmo;
“NELE minha alma se COMPRAZ” – O missinário deve dar alegria ao DONO da Missão;
“PUS nele meu Espírito” – O enviado não é alguém vazio, superficial, meio ‘meia boca’.
“ELE provomoverá o julgamento (DIREITO) das nações”
É preciso compreendermos que o DIREITO é o oposto do torto, do torcido, do injusto;
– Tem uma árdua e quase impossível missão:
Proclamar o Direito - Quem hoje na evangelização assumiria tal META?
O enviado precisa saber que não é enviado para “quaquer coisinha”;
“ELE não clama e nem levanta a voz” – O enviado de Deus deve ser alguém pacífico, capaz de dialogar sempre e não gritar, berrar, mandar e desmandar a seu bel prazer; Ele tem uma VOZ PACÍFICA (Dialogal) e não de violência ou de agressão;
O QUE NÃO FAZ O SERVO = O Missionário de hoje ?
“ELE não quebra a cana rachada” – Ele é ‘terapêuta e cuidador’ dos machucados e jamais vai machucar o que já está ferido, humilhado, incapacitado ou fragilizado;
“Ele não apaga o paviozinho que ainda fumega”- Sua missão é manter a luz a qualquer custo, jamais deixarará a luz, mesmo pequenina, ceder espaço às trevas;
Jesus nos lembra: “Respladeça vossa luz diante dos homens (do mundo) ...”- Mt 5,16)
O QUE FAZ O SERVO = O Missionário de hoje ?
“ELE promove a justiça que leva à verdade”
O missionário é aquele (ou aquela) que organiza sua ação a partir da JUSTIÇA e tem como meta chegar (e ajudar os demais a chegarem) à VERDADE.
Jesus é a Verdade! (Jo, 14, 6);
“ELE não desanimará e nem entregará os pontos”
O Missionário precisa ter sua vida totaslmente entregue a Deus. Com esse vínculo profundo ele vai vencer as tantas adversidades na missão;
SÓ DEUS BASTA! – Teresa de Ávila – Doutora da Igreja.
Por fim, as leituras ampliam de forma bem poética a missão central e final do Servidor do Reino: Abrir os olhos (e as consciências das diversas cegueiras) do povo, tirar os cativos das tantas “prisões” e trazer à luz os que vivem (e nascem) nas trevas;
- Hoje omitirei comentário sobre a 2ª leitura;
Lucas no seu relato tão bem organizado (Lc 3,15-16.21-22) nos ajuda a compreender que o Batismo de Jesus é também uma religação de Deus com a nossa pobre humanidade. Após o batismo Jesus se coloca em oração e escuta a VOM DO PAI de que Ele, Jesus, é filho enviado e por isso MUITO AMADO.
Antes dos programas de missão é preciso o espaço da oração. O Batismo, que seria desnecessário para Jesus, coloca Ele dentro de nossa realidade de pecadores e carentes da Graça de Deus; Jesus caminha conosco e ao nosso lado na direção do Reino do Pai.
Ao celebrar o Batismo de Jesus, lembramos do nosso próprio batismo e dos nossos queridos PADRINHOS E MADRINHAS (Paizinhos e Mãezinhas) que com nossos pais nos levaram à Pia Batismal. Encerro com uma frase do profeta Dom Pedro Casaldáliga:
“Ao menos uma vez na vida o cristão deveria voltar à sua pia batismal e perguntar seriamente a si mesmo com está vivendo o seu batismo”
Votos de boa celebração e abençoado domingo para você leitor e leitora que visita este modesto Blog. Com minha prece e estima fraterna!
QUEM TIVER TEMPO PODE LER A REFLEXÃO ABAIXO COM ENFOQUE BEM LIBERTADOR DO BATISMO DE JESUS EM ESPANHOL
QUEM TIVER TEMPO PODE LER A REFLEXÃO ABAIXO COM ENFOQUE BEM LIBERTADOR DO BATISMO DE JESUS EM ESPANHOL
Fonte: Josep Rius-Camps, El Éxodo del Hombre libre. Catequesis sobre el Evangelio de Lucas, Ediciones El Almendro, Córdoba 1991
El tercer evangelista presenta la figura de Jesús no principalmente como objeto de admiración o de adoración, sino como aquel a quien el creyente debe seguir, asumiendo radicalmente sus actitudes y su proyecto. El Bautismo en Jesús, no fue un acto social, o de fanatismo religioso. Esta acción, por el cual el Espíritu revela la verdadera identidad de Jesús, marca cuál es su misión en la historia y por lo tanto su destino. Jesús, que supo comprometerse en la obra de Dios Padre, camina hacia la muerte, no en una actitud sádica, sino en total libertad. Él sabe por quién hace opción y conoce muy bien la consecuencia de estar de parte de Dios y de los favoritos de él: los pobres. Este es en definitiva, el sentido del bautismo de Jesús, matricularse en el Proyecto de Dios Padre, que es la vida en abundancia de todos los hombres y mujeres de la historia.
Celebrar el bautismo del Maestro de Galilea, tiene que llevarnos a comprender la invitación profunda que este acto de Jesús nos hace: renunciar a nuestros egoísmos, tomar su cruz cada día, seguirle y si es necesario perder la vida por su causa. Estar bautizados, por lo tanto, implica vincularse al proyecto de Jesús, que es el mismo proyecto de Dios, de manera sincera y seria. Jesús no pone condiciones teóricas, sino que presenta el ejemplo personal.
El Bautismo de Jesús, antecede el inicio de su misión en medio del mundo. En la lógica de Lucas, Jesús tiene que ser ratificado por el Padre; sólo así puede dar inicio al tiempo nuevo, que va a inaugurar. El Bautista entra en escena como aquel que es precursor para la lógica del tercer evangelio. Pero su tarea, solo alcanza sentido si Dios mismo declara quien es Jesús. Por eso vemos al Espíritu, entrar en escena para declarar sobre Jesús: "Tú eres mi Hijo querido, mi predilecto". Esta declaración que el Espíritu hace sobre la persona de Jesús, es extensiva sobre todo ser humano. Para eso Jesús iniciará su misión en medio del mundo, para limpiar el rostro de la humanidad violentada y la inmundicia que las estructuras de poder han cimentado sobre los débiles, a fin que cada ser humano, experimente en su propia vida, el ser hijo querido de Dios, predilecto de su amor.
El bautismo de Jesús inaugura su vida pública y contiene en potencia todo el itinerario que deberá recorrer. Parece un dato histórico cierto: Jesús, como tantos otros jóvenes de su tiempo, se siente conmovido por la predicación de Juan, y acude a recibir su «bautismo», con un rito de «inmersión» en las aguas del Jordán, un rito casi universal que significa una decisión radical de entrega a una Causa, por la que uno se declara ya decidido a dar la vida, a morir incluso. Jesús, con la coherencia de su vida, hará homenaje a su decisión de hacerse bautizar por Juan. Todo seguidor de Jesús está llamado a hacer suya esa coherencia de vida y esa radicalidad de decisión, que se expresa y anticipa en el rito del bautismo, y se debe hacer realidad todos los días.
Muchos son los que en la Iglesia Católica -y fuera de ella- reconocen que es necesaria una revisión de la práctica bautismal típica de los tiempos de cristiandad, el bautismo masivo de niños, como praxis generalizada y «oficial» -téngase en cuenta que la ley oficial prohíbe a las diócesis establecer el bautismo de adultos como forma preferencial de administrarlo- necesita una revisión. Para la significación de la admisión de los niños/as en la comunidad puede hacerse cualquier otro tipo de celebración «bautismal», pero si creemos realmente la seriedad y radicalidad de lo que decimos que el bautismo significa, parece incoherente que la legislación insista tercamente en cerrar la puerta incluso a los que quieren intentar una praxis más coherente, más racional, y también más evangélica, al estilo de Jesús y de la primitiva comunidad cristiana, y a la altura de unos tiempos que ya han descubierto los derechos humanos.
No deberíamos dejar de señalar un hecho grave, absolutamente novedoso: el pequeño pero a la vez creciente y significativo movimiento de solicitudes de anulación de bautismo que se dan en el ámbito de las Iglesias europeas. Es cierto que muchas de tales solicitudes, más que de «anulación de bautismo» son en realidad «solicitudes de baja administrativa en la Iglesia ». Lo común es que las personas no tienen en realidad quejas contra el bautismo como decisión religiosa humana radical (¿quién negaría el valor y la dignidad que puede conllevar semejante decisión?) sino contra el hecho de que se administre sistemáticamente a los niños y sea registrado y contabilizado estadísticamente como «incorporación a la Iglesia ». Es importante señalar que, aunque en proporción bastante menor, el fenómeno de las declaraciones de apostasía ha comenzado a darse también en algunos países latinoamericanos: no es un problema «estrictamente europeo».
El bautismo no sólo se sitúa en el camino de la propia aventura espiritual, sino que implica una responsabilidad para con los demás, una misión universal: la construcción de un mundo nuevo, la edificación, aquí y ahora, de la Utopía («el Reino», como la llamaría Jesús). El bautizado cristiano, como «seguidor», como inspirado por el Jesús que se hizo bautizar por Juan muy conscientemente, muy adulto, está llamado a ser, con él, salvador de la humanidad y de la creación, del planeta, puesto en riesgo grave por las políticas anti-utópicas de la civilización capitalista industrial ecológicamente irresponsable.
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